miércoles, 23 de junio de 2010

mi muro, mi lamento

Vorágine gris, contaminas mi alma con tu hedor,
Desde mi altura veo como las hormigas deambulan por tus calles
Mis ojos miran lo que le contaminación permite
No recuerdo cuan antiguos son algunas de tus construcciones,
Solo recuerdo que muchos de ellos vinieron
Poco después de que pedro de valdivia pusiera su bandera junto a la primera piedra.
Veo tus venas cubiertas de cemento,
Por donde pasan hormigas dentro de escarabajos y carruajes sin vida
El niño de mi alma tiempo atrás paseaba por esas montañas de cemento
Hubo una montaña en mi pasado, que recorría
Hoy ilusos vástagos la invaden
Faltos de identidad propia ocupan la montaña que recorrí en nombre de la nada
Entre tantos muros de cementos y viejas casas,
Hay unos solares descampados donde aun crece la flor
En aquellos solares crecen los árboles en busca de la luz que traspasa
Que traspasa a la vorágine
El solar importante en mi alma fue otra invasión de tierras seudo extrajeras
Cada día más montañas de cemento se comen mi tierra
Montañas sin vida muchas de ellas
Hoy por hoy, aun vive un corazón verde,
Donde mi alma se encuentra consigo misma,
Este corazón verde es la única montaña con vida, desde ella veo mi tierra,
Veo caminar a los zombies abajo deambulando como hormigas
Entre el gris del cubo de cemento, hay centros de pensar
A pesar del aire turbio, que nos corta la vida
Aun hay respiros de vida
Y resplandores de saber, querida mía